La seguridad en la pesca y distribución del pescado es esencial para garantizar la calidad y la inocuidad del producto. Para ello, seguimos las normas y regulaciones establecidas por las autoridades competentes, que incluyen la implementación de buenas prácticas de higiene y seguridad en todas las etapas de la cadena de suministro.
El proceso de la cadena de frío comienza con la captura del pescado, realizada con técnicas que permiten mantener su calidad y frescura. Almacenamos y transportamos el pescado en condiciones adecuadas, en temperaturas entre 0 y 4 grados Celsius. Con un control total de la trazabilidad, de principio a fin.
En el procesado de pescado transformamos y envasamos el pescado fresco en un producto con mayor valor añadido. Estas operaciones incluyen la limpieza y despiece o envasado, entre otras técnicas, que permiten mejorar la conservación y presentación del producto final. Seguimos las normas sanitarias y de seguridad alimentaria para garantizar la calidad e inocuidad del producto.